¿Puede la Conferencia Política ser un punto de inflexión?

En respuesta al severo castigo recibido en las elecciones del 22-M, el PSOE ha decidido convocar una Conferencia Política (CP) en septiembre para renovar las ideas y empezar a perfilar un proyecto con el que recuperar la confianza de los ciudadanos en 2012. Atendiendo a sus declaraciones públicas, los dirigentes del PSOE pretenden que sea un debate abierto y que corrija en parte el déficit democrático de los grandes partidos que el movimiento del 15M ha denunciado. Es por lo tanto una oportunidad clave para todos los que deseamos contribuir a dicho debate.

Antes de entrar a elaborar propuestas conviene tener claro las coordenadas políticas en las que se sitúa la CP.

El PSOE está en situación crítica en términos de respaldo electoral y, digan lo que digan sus responsables, la causa principal es su gestión de la crisis. Por supuesto que una EPA de casi cinco millones de parados un mes antes de las elecciones es una pesada losa sobre las expectativas del partido en el gobierno, pero es un hecho indiscutible que el apoyo al PSOE ha ido decreciendo desde el inicio de la crisis y que sufrió un descalabro, del que aún no se ha repuesto, al anunciar en mayo de 2010 un plan de ajuste sin precedentes concentrado en las categorías de población que menos responsabilidad tenían en el origen de la misma.

Muy pocos ciudadanos, de izquierda o derecha, se hacen ilusiones sobre la capacidad del PP de Rajoy para sacar al país del agujero. A los progresistas nos resulta especialmente amargo y frustrante que las riendas del país puedan quedar en manos de quien ha demostrado poca consideración por el interés del país y que, como si de una mala pesadilla se tratara en la que se repite la secuencia de 1996, puede acceder al gobierno justo en el momento en que los sacrificios empezarán a dar sus frutos, atribuyéndose la mejora de la situación. El recurso de pedir el voto más por rechazo de la derecha que por adhesión a un proyecto hemos visto que ya no funciona. Por muy sangrante que nos parezca que la alternancia se produzca justo cuando el país más necesita un gobierno del partido más comprometido con los logros sociales, para muchos ciudadanos dicho relevo es un hecho de normalidad democrática tras ocho años de un gobierno que en su segunda etapa no ha estado, según ellos, a la altura de las circunstancias.

El electorado ha interiorizado esta evolución y se necesitarán argumentos muy sólidos y muy bien explicados para darle la vuelta. El PSOE se ha dotado de un candidato capaz de hacer esa tarea de explicación con destreza. Sin embargo, ahora mismo, carece de argumentos potentes. Ese es el gran reto de la CP.

Un reto mayúsculo que se vuelve aparentemente inalcanzable si planteamos la pregunta de la siguiente manera: ¿cómo va a encontrar el PSOE en tres meses, de aquí a septiembre, las soluciones que no ha sido capaz de formular en tres años de crisis? Y aquí es donde juega un papel fundamental el cómo se busquen dichas respuestas. Si la CP se plantea como un acto más de marketing, con un simulacro de debate y mensajes enlatados para el telediario, es decir como las CP de septiembre de 2006, de enero de 2008 o la convención autonómica de enero de 2011, entonces evitar la alternancia es misión imposible de entrada.

Si, por el contrario, atendemos al ansia de participación de la ciudadanía y de los militantes y seguimos un proceso abierto y transparente, tanto a la hora de elaborar las propuestas como de debatirlas, la CP puede ser un punto de inflexión. Las propuestas podrán ser imperfectas pero los ciudadanos las sentirán más sinceras, honestas y cercanas. Frente al insulto a la dignidad democrática que representa la pretensión del PP de llegar al poder sin explicar lo que piensa hacer y cómo, los ciudadanos pueden volver a otorgar al PSOE su confianza si este marca un rumbo nuevo y comparte el timón con ellos.

Intentaremos contribuir en esa dirección en las próximas entradas del blog y esperamos recibir vuestros comentarios. También lo haremos desde Ganar 2012 y Primarias de las Ideas como explicaremos más adelante.

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12 Responses to ¿Puede la Conferencia Política ser un punto de inflexión?

  1. Piqueras says:

    No se si será suficiente, pero desde luego es necesario

    • Estamos de acuerdo. Lo que está claro es que si no se intenta, poco avanzaremos. La clave por supuesto está en que sea un intento potente y bien organizado, que pueda vencer las inercias y resistencias internas. En elloestamos: «Primarias de las Ideas»

  2. Diego Cruz says:

    La Conferencia Política; no es que pueda, sino que debe ser un punto de inflexión en toda regla. Desde que la palabra «debate» aparece hasta en el programa de La Noria, parece que ha perdido parte de su profundo sentido. Y habrá que recuperarlo, con propuestas de largo alcance, súmamente pedagógicas y que lleven un trasfondo de ilusión para motivar a l@s militantes y a las personas. Creo que es un tiempo crucial para la Socialdemocracia y para la gente progresista. El siglo que principia, con urgencia, espera nuevas respuestas para los nuevos tiempos. Hemos de ser capaces. Proyectos como éste, desde luego ayudan muchísimo.

  3. Meli says:

    Me gusta y apoyo el hecho de que se promueva una conferencia política realmente participativa. Hay que llamar a la militancia a que lo haga también en las agrupaciones; no creo que debamos perdernos en esta reflexión que debe ser un punto de inflexión al socialismo hitórico y sabio que quizá no use las TICs.

    Seguimos en ello.

    Un abrazo.

  4. casildo says:

    A la Conferencia política acudirán los de «siempre», la mayoría de ellos los causantes de la actual situación, por lo que veo sus resultados muy limitados.

  5. Herminio says:

    Yo estoy de acuerdo con Meli. La CP debe de empezar en las agrupaciones, debatiendo y llevando propuestas a nivel regional y después a nivel federal. No al revés, no que los de siempre nos propongan las líneas a seguir y cuando llega a las agrupaciones no nos queda nada por aportar ni debatir. Así lo hacen otros.
    Es mas, abriría las puertas de las casa del pueblo a todos los ciudadanos, intentando recoger las ideas de las asambleas de las plazas de los pueblos y barrios del movimiento 15M, deberíamos de salir a tomarle el pulso a las asociaciones, movimientos vecinales de nuestros pueblos y ciudades. Podría ser una manera de entender como nos hemos apartado tanto de nuestros electores.

  6. Mikel says:

    Por mi parte estoy de acuerdo con Herminio en que hay que abrise a la CIUDADANÍA (con mayúscula) y no sólo a los supuestos representantes con los que se suelen hacer las reuniones, que, curiosamente, generalmente suelen ser una pandilla de lisonjeros que buscan el rédito económico o personal.

    Creo, también que la CP no puede plantearse como una meta, sino más bien como un proceso o forma de funcionamiento. El sistema de trabajo actual es absolutamente endogámico, el aparato se relaciona con otros aparatos que generan sinergias que benefician a alguien que no conseguimos identificar.

    Debemos darle la vuelta y decir «la calle es nuestra». La calle, el barrio, el pueblo, debe ser nuestra unidad de acción olvidándonos del cálculo electoral y en las encuestras de distribución de voto. Las medias, las modas y las medianas deben ser instrumentos estadísticos, no de toma de decisiones basado en cálculo electoral. Las decisiones han de tomarse tras escuchar a las personas y colectivos que tienen algo que decir, desde un punto de vista COLABORATIVO, no como un mero trámite, o como una obligación normativa (y en esto os garantizo que es frustratnte).

    Por otro lado creo que la CP debe priorizar temas, asumiendo que en este periodo de tiempo no podremos hacer un desarrollo participado y con rigor de todas las preocupaciones de la ciudadanía. Quizá debamos decidir unos cuántos este año (los más importantes) cerralos en consenso e ir creciendo ideológicamente. La intención no sería otra que ahondar en procesos de aumento de la cultura política y de participación social, que muy bien recuerda «LA CIUDADANÍA» (otra vez con mayúscula) en estos días.

    Por mi parte, y en este sentido, propondría inicialmente: economía, empleo, educación (en todos sus niveles), participación y política social. 5 temas absolutamente interrelacionados que nos pueden dar la imagen de país que queremos de cara a los próximos 10 años. Después continuaría con sistemas de funcionamiento interno (el triángulo poco virtuoso Estado-CCAA-Ayuntamientos), RRII y un largo etc del que muchas personas tendrán que aportar mucho…

    Un abrazo

    • Gracias Mikel por mojarte apuntando cuestiones prioritarias. Coinciden con la mayoría de las contribuciones que recibimos, nuestra aportación a la CP irá en esa dirección. Dicha aportación queremos que sea el punto de partida de un debate amplio, lo suficientemente amplio como para que el «aparato» no pueda ignorarlo, rompiendo así la dinámica endogámica que describes.

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